«Sin su mujer, Lincoln habría sido otro»

"LINCOLN"L-000439RPresident Lincoln (Daniel Day-Lewis) tells hisCarmen Lobo, La Razón.es. Madrid 18.01.2013. Tan menuda y «recogidita» en el sofá, Sally Field no aparenta tener ya 66 años. Envejecer de manera natural posee ventajas, y ese rostro con arrugas aunque sin asomo de botox ni tijeretazos es capaz de transmitir toda la dolorosa intensidad que requería su papel como la señora del presidente. Que, a principios de 1865 y en plena guerra civil, se propone acabar de una vez con la esclavitud.

-El filme retrata un momento histórico muy concreto en la vida de estas dos personas, pero, ¿cómo era la Mary Ann de cuerpo entero, la que no vemos en pantalla?

-Claro, no retrata a la joven pareja, pero sí sus efectos posteriores, y la gran formación de esta mujer, que provenía de una familia con mucho poder político, era la más popular. Mary Ann eligió a Lincoln, no al contrario. Un joven abogado por entonces sin ninguna sofisticación, pero ella intuyó la brillantez que tenía dentro; e incluso le dijo que llegaría a gobernar. Le inculcó una gran formación para conseguirlo y entrar en ese mundo. De hecho, se convirtió en su mayor confidente y asesora hasta que llegó a la Casa Blanca, donde lógicamente tuvo otros. Sin Mary Ann, Lincoln no habría existido como tal.

-Se nota la admiración que siente por el personaje. ¿A qué otras mujeres admira?

-No lo sé, tengo que pensarlo un poco… Me siento tan unida a Mary Ann que… Yo no la admiro, ni la enjuicio, soy protectora con ella. De un ser humano en general me atrae la búsqueda por lograr la excelencia, que esté conectado con su sensibilidad, que sienta el deseo de ser alguien honesto, sincero, y persiga la perfección.

-¿Y por qué, hasta hoy, Lincoln sigue siendo el político más querido y valorado en EE UU?

-De alguna manera, lo han convertido en un mito porque se sacrificó a él mismo para salvar la unión del país, y qué mejor símbolo de lo que significa la democracia. Fue, además, un filósofo magnífico, brillante, y un gran escritor y pensador que decidió asumir el peso del mundo.

-He leído, y no una sola vez, por cierto, que la describen como una mujer y una actriz «genuinamente americana», me pregunto qué quiere decir eso…

-No tengo ni idea. Claro, no soy alemana, nací en California…

-De cualquier manera, y viendo la lista de intérpretes femeninas en Hollywood, suena a cumplido…

-Aunque habría que preguntarle a quienes han escrito dicha frase, me parece, yo ignoro la respuesta.

-Por último, una pregunta obligada que seguro habrá respondido un millar de veces. Usted, ganadora de dos Oscar, optar de nuevo, esta vez como mejor secundaria, por este trabajo. A estas alturas de su carrera, ¿le quita el sueño aún la alfombra roja, la victoria o no?

-Para mí siempre será un honor. Me emociona recibir reconocimientos, pero lo fundamental es que la película gane la estatuilla, me siento tremendamente orgullosa de formar parte de esta experiencia mágica, perfecta, jamás lo olvidaré ni se repetirá, seguro.

,

  1. Deja un comentario

Deja un comentario